En esta serie, Dalí nos sumerge en un espectacular despliegue de su universo surrealista, donde los cuerpos se expanden y deforman, sostenidos por las características horcas goyescas. Las escenas se desarrollan en paisajes de horizonte bajo, en los que el gigantismo de las figuras principales contrasta con la presencia de diminutos personajes y formas, creando una perspectiva que nos conduce hacia la lejana línea del horizonte.

Estos paisajes oníricos están poblados por los elementos más icónicos de su imaginería: los relojes blandos, las calaveras, las articulaciones alargadas y el inconfundible rostro del masturbador. A través de ellos, Dalí plasma su interpretación surrealista del universo, presentando figuras etéreas, planetas, constelaciones y formas cósmicas que refuerzan su visión única del espacio y el tiempo.

Además, la serie incorpora elementos de su misticismo nuclear, una corriente en la que fusiona ciencia y religión para evocar la idea de un cosmos divino y ordenado. Sus estructuras fluidas y cambiantes reflejan la inestabilidad de la realidad y del tiempo, temas recurrentes en su obra. En muchas de estas composiciones, el ser humano parece disolverse en el espacio, una metáfora que sugiere la pérdida del yo en lo absoluto.

Para Dalí, el universo era también una manifestación del subconsciente. En sus grabados, los espacios abiertos y los cielos infinitos nos invitan a un viaje introspectivo, como si el cosmos no fuera más que una extensión del mundo interno del ser humano. En La Conquista del Cosmos, el arte y la ciencia se entrelazan en una representación donde lo onírico y lo metafísico convergen, llevándonos a cuestionar los límites de la realidad y nuestra propia existencia en el vasto misterio del universo.

La serie “La Conquête du Cosmos” fue creada en 1974 y está compuesta por trece grabados realizados con la técnica de punta seca, gofrado y color en litografía, más una foto a color de Dalí. Cada grabado lleva la firma de Dalí y está numerado a lápiz, formando parte de una edición limitada de 195 ejemplares.

El uso de la punta seca en esta serie permite obtener líneas más suaves y aterciopeladas, logrando un trazo expresivo que realza los detalles de las figuras. El gofrado, por su parte, aporta relieve y textura al papel, creando una sensación tridimensional en los elementos del grabado. La combinación con la litografía en color permite integrar las tonalidades vibrantes que caracterizan la obra daliniana, logrando una riqueza visual única en cada impresión.

Todos los grabados están realizados sobre papel de alta calidad, con la marca de agua Arches, un material tradicionalmente utilizado en ediciones de arte por su durabilidad y textura óptima para las técnicas gráficas.

Trayectoria de la exposición

Consulte todos los países y ciudades en que la exposición fue realizada: